Alcoholismo, una adicción que viene acompañada

El alcoholismo es una realidad que afecta a toda la sociedad. Vivimos en una cultura donde el alcohol está en el eje de cada actividad y celebración. Es parte de nuestro estilo de vida y miramos hacia otro lado cuando uno de nosotros cae en adicción. Esta forma de vivir que puede llevarnos a enfermedades adictivas de una o más sustancias.

El consumo de alcohol y tabaco es una situación bastante común en nuestra sociedad y son las drogas con el mayor número de adictos en el mundo. También, las sustancias que comportan el mayor coste sanitario y social. Comparten legalidad y ello les permite estar omnipresentes en nuestra sociedad a pesar de que ocasionan daños irreparables a nivel físico y mental.

Se estima que tres de cada cuatro personas que tienen dependencia al alcohol, sufren también de dependencia al tabaco. Esto es algo altamente preocupante, ya que el consumo de ambas sustancias provoca que los síntomas que producen cada uno de ellos, se intensifiquen al ser combinadas.

Policonsumo en jóvenes

Según el Ministerio de Sanidad, se estima que un 85% de adolescentes entre 13 y 18 años han bebido alguna vez en su vida. Sorprenden los datos reflejados sobre el poli consumismo en adolescentes. No solo genera un problema de adicción y perjudica la salud y su correcto desarrollo, sino que está condicionado por patrones sociales establecidos por la normalización del alcohol y el tabaco en nuestra sociedad. La estigmatización y presión social en estos grupos a estas edades, provoca un consumo innecesario y genera inseguridades condicionantes a la hora de desarrollar sus habilidades sociales.

Alcohol y otras sustancias

El alcohol, suele estar combinado con otras sustancias más allá del tabaco. Desde combinar la ingesta de alcohol con medicamentos, hasta combinarlo con sustancias ilegales, son el detonante para caer en un consumo impulsivo de bebidas alcohólicas y abuso de drogas. Este tipo de intoxicación causa problemas que pueden parecer obvios, pero también afectan a nuestro entorno cercano (familia y amigos) y externo (la sociedad). Hay que tener en cuenta que esta combinación es mucho más difícil de desprenderse de ella que el consumo de alcohol exclusivo. Una de cada cuatro personas que sufren de alcoholismo, han tenido períodos habituales de consumo de sustancias ilegales.

La estigmatización social del consumo de alcohol y otras sustancias es un gran problema para nuestras futuras generaciones, al no saber lo que puede acarrear en un futuro. Desde inRecovery, apostamos por concienciar e informar sobre los problemas que provoca el consumo de alcohol, así como ayudar a la reinserción en la sociedad de las personas afectadas y familiares por ello. El cambio está en nosotros, empezado por ti.

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